
Decidieron retrasar el inicio de las clases en el colegio público ya que todavía no se terminaron las obras de refracción tras la caída del techo de una de las aulas del edificio el domingo 3 de junio.
Por otro lado, los padres y estudiantes del colegio decidieron juntarse mañana a las 8 en punto para exigir que alguna voz oficial les dé explicaciones y soluciones al conflicto.
La ministra porteña dijo también que su agenda está muy ocupada y que pronto buscará convocar a otra empresa para hacerse cargo de la obra.
Suena ridículo que la ministra de educación de la Ciudad de Buenos Aires diga que tiene una agenda ocupada cuando este problema explotó hace dos meses. El problema no es que haya empezado en junio. Empezó hace años, cuando los gobiernos nacionales y provinciales dejaron de interesarles la educación y decidieron empezar a invertir en otras cosas, dejando de lado a la educación.

Confucio dijo: "donde hay educación no hay distinción de clases".
Quizás sea eso lo que busca este proyecto nacional que Kristina desea profundizar. No enseñar, no mejorar los edificios para mantenernos callados.